Portada Novela

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lunes, 28 de septiembre de 2009

Capitulo 8- Saga Intromision- Libro Intromision

Escuche un ruido fuerte que hizo que me despertara, no tenia ni idea de que hora era, pero que importaba eso si a pesar de haberme dormido me sentía igual o peor, y entonces otra vez, levante mi cabeza y la tapa del escusado y vomite de nuevo, mientras estaba en ello, una de las puertas del baño se abrió, obviamente no podía voltear para averiguar quien era, aunque supuse que era mamá, entonces alguien se agacho a un lado de mi y sostuvo mi cabello para que este no se viera afectado con mi desgracia personal, una vez pasado el mal momento, baje la tapa y la palanca del escusado, me recosté otra vez sobre el, y casi se me olvida que alguien me había sostenido el cabello, al percatarme de ello dije-mama me siento fatal- una mano se puso sobre mi hombro y entonces escuche su voz diciendo-no soy tu mama, soy Nicolás- trágame tierra, que escena era esta, Nicolás, el guapo y caliente Nicolás, viéndome vomitar, esto si que arruinaba cualquier posibilidad, pero posibilidad de que me pregunte, pero no pude seguir con mis pensamientos, porque necesitaba vomitar de nuevo, pasado el momento bochornoso, Nicolás se paro, no se que estaba haciendo solo escuche al agua corriendo, y de pronto se sentó a un lado de mi , me tomo en sus brazos y me recargo sobre su pecho, puso una pequeña toalla mojada sobre mi frente y empezó a acariciar mi cabello, lo mire a los ojos y me vi reflejada en ellos, vi la pinta que tenia, y me veía horrible, demacrada y pálida, pero en su mirada había tanta ternura, nunca nadie me había mirado como el lo hacia, entonces dijo –cierra los ojos Cam necesitas descansar, yo cuidare de ti- lo obedecí, no tenia fuerzas para negarme pero sobre todo no quería hacerlo, me sentía fatal era la verdad, pero estar entre sus brazos, se sentía también que no quería que me soltara nunca, aun cuando quería disfrutar de estar tan cerca de el, de aspirar su olor, de sentir sus manos acariciando mi cabello, me sentía tan cansada que no pude evitar quedarme dormida, en mis sueños vi a Nicolás cuando era un niño, justo como lo había visto la noche anterior cuando el me toco, y pude ver en sus memoria, pero esto era diferente, el estaba leyendo un libro, y de pronto se lo acercaba a la cara y parecía que lo estaba oliendo, al menos eso me parecía, lo alejaba y suspiraba, después lo veía tal y como es ahora sentado sobre pasto, contemplando la noche, muchas imágenes se arremolinaron en mis sueños, entonces vi a Nicolás hablando con otro hombre, no era viejo, debía tener 23 o 24 años, pero en su rostro se podía ver madurez, era muy guapo, tenia el pelo negro y muy corto, ojos azules, su tez era blanca y pálida, su expresión me traía tranquilidad, como si lo conociera de antes, quizás era que sus facciones me recordaban a alguien, pero no podía recordar a quien,  entonces el tomo 2 copas con vino tinto, o eso parecía, era algo rojo, le daba una a Nicolás y empezaban a beber, vi muchas imágenes de Nicolás a través de su vida, y entonces vi algo que me molesto y no entendía porque, Nicolás estaba besando a una chica, era un beso lleno de pasión, o mas bien la chica lo besaba a él , porque el no hacia mucho, no se alejaba pero tampoco la abrazaba, todas las imágenes en mis sueños me eran muy confusas, no parecía un sueño, entonces entendí que si estaba viendo todo esto era por que estaba en los brazos de Nicolás y estaba tan débil que no podía bloquear la percepción, trate de hacerlo, ya no quería ver mas, lo intente varias veces hasta que lo logre, mis sueños se volvieron totalmente monótonos, así que mi mente pudo descansar.
Cuando desperté estaba en mi cama, tapada con una sabana, ya no llevaba mis zapatos, Nicolás había hecho esto, el me cargo para traerme a la cama, me quito los zapatos y me tapo, me sentí sonrojar, por esto que acababa de descubrir y por lo que recordaba que paso antes de quedarme dormida, me gire para cambiar de posición, y entonces me percate de que Nicolás estaba dormido a un lado de mi,  seguramente se había quedado a cuidarme como prometió y se quedo dormido, no sabía que hacer, despertarlo, o dejarlo dormir, y cuando despertara que le iba a decir, el había cuidado de mi aun cuando la noche anterior yo le había dicho tantas cosas feas, no tenia idea de cómo comportarme o que decirle, pero todas mis preocupaciones se fueron cuando puse mi atención en su rostro, se veía tan lindo dormido, si se que sueno cursi, pero en verdad se veía tan bien durmiendo que bien podía obsérvalo por horas, su respiración, la tranquilidad en su rostro, de pronto con uno de sus dedos se rasco la nariz, mis labios se curvaron al instante formando una sonrisa, al percatarme de esto supe que algo me estaba pasando con Nicolás, yo nunca me había sentido hacia ningún chico como me sentía hacia el, me atraía eso era seguro, era guapo y estaba buenísimo, yo  había podido notar eso muy bien cuando lo encontré semidesnudo, tenia unos ojos preciosos, y un cabello muy negro que contrastaba con esos hermosos ojos dorados y su piel blanca y pálida, y sobre todo unos pies que me gritaban sexys, sexys, era perfecto, pero no solo era eso, era algo más, la manera en que me miro cuando estaba en sus brazos, la caricia de sus manos sobre mi cabello, nuestras miradas encontradas cuando nos vimos por primera vez, nuestras miradas cuando hablamos esa noche, su reacción al preguntarme si Alejandro era mi novio y si no que era, cuando me echo en cara que lo había encontrado encima de mi, aun las veces que habíamos discutido o como se le pueda llamar a esos encuentros, su voz al llamarme entrometida, y cuando me dijo que si no sabia tocar a la puerta, todos los pequeños momentos que habíamos compartido estaban grabados en mi memoria, y  el recordarlo me producía una sensación extraña por todo mi cuerpo, pero sobre todo como un vuelco en mi estomago, y no era algo ocasionado por mis vómitos, eso era seguro, era algo raro, pero se sentía bien, era una sensación muy extraña, que nunca había sentido antes, el tenerlo delante mi tendido en mi cama me hacia feliz, algo estaba pasando conmigo, quería tocarlo, quería tenerlo siempre cerca, quería pasar mis dedos sobre su cabello, quería que los labios de Nicolás de encontraran con los míos, quería que el me diera mi primer beso, quería que mis labios fueron de el por siempre, al pensar esto, me obligue a salir de mi ensoñación, que me estaba pasando, acaso yo me estaba enamorando, pero si apenas lo había conocido, esto no era posible, yo nunca me había enamorado antes, pero aun así nunca creí en esas chorradas del amor a mi primera vista, acaso eso era lo que me estaba pasando, algo debía estar mal conmigo, seguramente todo esto era por toda la debilidad de anoche, por lo mal que me sentía, si eso es me dije a mi misma, vamos Cam no te puedes enamorar de un chico en menos de 2 días, no seas tonta, y aunque fuera posible, un chico como Nicolás muy difícilmente se fijaría en ti, cuando puede tener a la chica que quiera.
Me levante de la cama tratando de no hacer ruido para no despertarlo, busque algo de ropa, y me fui al baño, me lave los dientes, cumplí con mis necesites humanas y me di un baño que me sentó muy bien, me vestí, todo iba bien, hasta que me di cuenta que ni el baño me ayudaba a verme mejor, mi cara todavía se veía demacrada y un poco pálida, pero bueno, después de lo de ayer no podía esperar verme mejor, así que me resigne, cepille mi cabello, y volví a mi habitación, Nicolás estaba sentado en la cama leyendo uno de mis libros, cuando oyó la puerta se volvió a mirarme y me sonrío, yo correspondí a su sonrisa, me acerque, me senté sobre la cama y entonces dije – gracias, lo de ayer fue muy lindo, todo lo que hiciste, bueno yo no me lo merecía, desde que llegaste he sido muy grosera contigo, así que tienes todo el derecho de odiarme- me mordí el labio y espere algún tipo de respuesta del tipo “si, tienes razón pero te veías tan mal que hubiera sido inhumano dejarte hay tirada”, en cambio dijo-Yo nunca podría odiarte, y si a esas vamos tampoco he sido muy agradable, no he debido cuestionarte la otra noche sobre lo que hagas o no con Alejandro, como tu dijiste es tu vida y no me tiene que importar, pero me importa, lo siento, y también en mi habitación te llame maleducada, entrometida y demás, discúlpame, no he debido comportarme como lo hice, yo he sido un estúpido- sin pensarlo tome su mano, el pareció sorprenderse pero no se molesto, fue agradable tocarlo con el bloqueo, solo sentir su piel contra la mía, nada mas,  entonces le dije- no digas eso, no eres estúpido, en lo de tu habitación tenias toda la razón para tratarme así, yo fui mal educada, cuando dijiste que era un entrometida por ver en tu vida, no se como pudiste saberlo pero no lo hice a propósito, de hecho odio poder hacer eso, solo que tu me tocaste y cuando toco a alguien por primera vez pasa es inevitable, pero ahora mira te estoy tocando y no estoy de entrometida, puedo bloquearlo, así que disculpa por eso, yo no hubiera querido de verdad, si tu no me hubieras tocado, yo habría evitado ese contacto por siempre o lo mas posible-el acaricio mis manos con sus dedos y dijo-entonces me alegro de haberlo hecho- nuestras miradas se encontraron, mientras nos mirábamos, el entrelazo sus dedos con los míos, mi mano tembló un poco pero no me sentí avergonzada por ello, solo mordí mi labio un poco nerviosa por lo que estaba pasando, no pude decir nada solo disfrute del momento, porque se sentía muy bien, el jugueteo con sus dedos en mi mano y entonces dijo-necesitas comer algo, ya que después de lo de ayer debes tener el estomago vacio- sonreí y dije-de eso no hay duda, pero no quiero comer nada, que tal si como y me empiezo a sentir mal otra vez-
 
-no lo creo Cam, aparte aunque no quieres es necesario, vamos yo te preparo algo- soltó mi mano, no sin antes acariciarla con sus dedos, se levanto y dijo-vamos-lo mire y dije-oye pero antes, mi mama , que paso con mi mama, no se entero de nada, porque es muy extraño que no haya venido aun si no supiera que me sentí mal-
-si no te lo había dicho, ayer tu mama llamo antes de que te encontrara en el baño, quería hablar contigo pero le dije que no estabas, eso creía pues todas las luces de la casa estaban apagadas, así que me pidió que te dijera, que tuvo que salir de emergencia de la ciudad que vuelve en unos días, que no te preocuparas, ah y dijo que ella te llamaba hoy- ahora entendía, por que mi mama no había asomado su cabeza para ver si estaba viva, entonces dije-vaya ahora entiendo, y bueno cambiando de tema que me vas a preparar- salimos de la habitación y cuando íbamos bajando las escaleras dijo-yo soy el cheff, tu pide y yo lo hago, quieres algo en especial?- lo pensé un momento para cuando iba a decírselo ya estábamos en la cocina, el movió una silla indicando que  me sentara, así lo hice entonces el dijo- y bien?? Que te gustaría?-entonces me fue inevitable pensar en que había contestado Damián cuando le pregunte eso, y mi respuesta era la misma, algo que seguramente no estarías dispuesto a hacer, cuando me di cuenta ya estaba sonriendo y Nicolás me estaba mirando, pare de reír y dije –lo siento me acorde de algo insignificante,  me gustaría un omellete y un vaso de leche, eso es suficiente, no quiero que mi estomago enloquezca de nuevo- el río y dijo – omellete trabajando- el omellete estaba buenísimo, y el alimento cayo de maravilla en mi estomago, él desayuno lo mismo que yo, hablamos un poco mientras lo hacíamos, después el dijo-porque no me llevas a pasear- no pude evitar reír, como vez con Nicolás a un lado río mucho , no se si por nervios , por alegría o porque es gracioso lo que dice, pero no puedo evitarlo y tampoco quiero, entonces respondí –buena idea, cuando quieras nos vamos- -solo déjame darme un rápido baño y cambiarme, no me tardo- y antes de poder responderle, que no se apurara, el ya había subido corriendo a su cuarto, recogí la cocina y subí a mi cuarto para arreglarme un poco, ponerme zapatos y coger mi bolsa, cuando baje el ya estaba en la sala, listo, así que le hice señas y salimos de la casa.

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