Portada Novela

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lunes, 28 de septiembre de 2009

Capitulo 13- Saga Intromision- Libro Intromision

Esa noche al terminar de chatear con Estrella, y contarle todos los últimos acontecimientos, de los nuevos inquilinos y como eran, lo que paso con Alejandro, contarle sobre Nicolás y del desgraciado de Damián y sus hazañas. Me recosté un rato porque estaba cansada de haber pasado todo la tarde pegada a la computadora, pero había valido la pena, de pronto tuve a mi mejor amiga de nuevo, ella también me conto todo sobre el lugar a donde se mudo, pero lo mas relevante es que me sorprendió al decirme que por fin ella y Bruno se decidieron a hacerlo, así que te imaginaras estaba que reventaba de la felicidad  y me bombardeo con detalles que hubiera preferido no saber, puesto que yo nunca lo he hecho, y el que ella me describiera un montón de cosas que yo desconocía, me tensaba un poco, es decir Estrella es bien dicharachera, así que no se guardo mucho, prácticamente me describió detalle por detalle, y yo me quede con un montón de preguntas en mi cabeza, preguntas que prefiero no recordar, pero sobre todo me dejo con la idea de que cuando lo hiciera me iba a doler mucho, y si dolía porque a todo mundo le gustaba hacerlo, según es placentero, pero entonces donde entra el dolor, y lo que mas me daba vueltas en mi cabeza, era cuando podría yo experimentarlo, si a estas alturas ni siquiera sabia lo que era un beso, era como le dije a mi abuelita, que iba llegar a los treinta y siendo virgen por todos lados, mi cabeza seguía cavilando, cuando alguien toco  a mi puerta, Nicolás o el engendro de Damián, así que pregunte no quería abrirle a Damián así que mejor averiguar antes que tener que  verle la cara, dije-quien es?- respondieron-Nicolás- dije-pasa-estaba tan a gusto que no me levante a abrirle, cuando escuche que la puerta se abrió me voltee para verlo, no lo había visto desde la mañana, no es tanto tiempo, pero ya lo extrañaba, es que estar con Nicolás era algo que podía hacer las 24 del día y sin aburrirme, siempre hablábamos de un montón de cosas, y bueno me trataba como a una princesa, quien no podría estar con alguien así sin aburrirse, llevaba una camisa de botones negra, y unos jeans, como siempre su peinado era mas bien a la desgreñe, me explico, que parecía mas despeinado que peinado, pero le quedaba muy bien, entonces note que una de sus manos estaba detrás de el, y me pico la curiosidad por saber porque, acaso ocultaba algo, entonces se acerco y se acostó en la cama al lado mío, lo mire a los ojos, buscando ver mi reflejo en ellos, entonces paso, te pica la curiosidad por saber que paso verdad, bueno te cuento, tomo mi mano y puso algo sobre ella, inmediatamente mire, y déjame decirte que era una hermosa rosa blanca con una nota, entonces me sorprendió y me dio en beso en la mejilla y dijo-vine a darte esto y ahora me voy para que leas la nota y decidas- no pude decir nada, al principio porque estaba impactada con este gesto tan lindo, tan romántico, y después porque el ya se había ido. Me senté rápidamente acaricie la rosa, y sonreí como una tonta, estaba muy emocionada entonces tome aire, puse la rosa sobre la cama, y abrí la nota, lo primero que note era que la letra era muy bonita, y obviamente era suya, pase mis dedos por las letras y entonces leí:
“Querida Cam, he preparado una sorpresa para ti, te espero en mi cuarto a las 10, espero que me honres con tu agradable presencia, aceptando mi invitación, estaré esperando por ti”
Me volví a acostar y suspire, tome la rosa y me deleite con su aroma, que sorpresa me tendría preparada, un vuelco enorme se me formo en el estomago, me sentía mas nerviosa que nunca, eran pasadito de las 9, tenia que apurarme, puesto que tenia que ponerme linda, así que eche todo el contenido de mi closet sobre mi cama buscando algo ideal para la ocasión, no tenia ni idea de que ponerme, y mas que no tenia ni idea de que tratara la sorpresa, así que no queriendo ponerme muy elegante pero tampoco fachosa, me decidí por una falda negra, y una blusa azul que combinada con mis ojos, me deje el cabello suelto, colocando algunos broches sobre el, me maquille un poco también, delineador de ojos, mascara de pestañas y un brillo labial con sabor a cerezas, ya eran casi las 10, así que me puse los zapatos, me eche un ultimo vistazo en el espejo, y me sentí satisfecha con el resultado, inhale y exhale como 100 veces frente a la puerta del baño, antes de atreverme a cruzarla, cuando vi que ya eran las 10 en punto tome valor entre en el baño y me dirigí a la puerta que daba al cuarto de Nicolás después de exhalar e inhalar otras tantas veces, tome valor y toque a la puerta, pasaron unos cuantos segundos que parecieron eternos, cuando el abrió y se coló al baño, cerro la puerta tras de el entonces me miro tomo mi mano y la beso, después dijo-tengo que taparte los ojos todavía no puedes ver nada- solo asentí estaba muy nerviosa para decir cualquier cosa, entonces el puso sus manos sobre mis ojos, y me llevo dentro de su cuarto, un momento después el dijo-voy a quitar mis manos pero todavía no abras los ojos, hasta que yo te diga- solo asentí, no podía ver pero escuchar si, y la música que estaba de fondo era muy linda, romántica si me preguntas, con que me encontraría cuando abriera los ojos, me estaba poniendo cada vez mas nerviosa, entonces el tomo una de mis manos y dijo-ahora ya puedes abrir los ojos- cuando lo hice fui impactada hasta el punto de casi poder desmayarme en este mismo instante, la habitación de Nicolás tenia la luz apagada, solo era iluminada por una gran cantidad de velas que se encontraban posicionadas por toda la habitación, frente a mi en el suelo, había un tipo de alfombra con unos cojines jugando el papel de asientos, y al centro había una manta con cosas para comer, era como un picnic, pero en una habitación y completamente convertido en un picnic romántico a la luz de las velas, o eso percibía yo, acaso mis ojos estaban viendo mal, parpadee para evitar cualquier confusión, pero no había confusión, todo esto era real, Nicolás me indico donde sentarme, y después lo hizo el, me sirvió algo de beber en una copa, pero no era alcohol, o si tenia alcohol seria muy poco, pero era una bebida con un sabor delicioso, comenzamos a cenar, no era una cena en forma, solo había una gran cantidad de bocadillos, deliciosos todos, y lo mejor un postre de chocolate que estaba delicioso, hablamos de muchas cosas, reímos por buen rato con anécdotas de ambos, hubo un momento de silencio pero no era nada incomodo, de hecho era muy agradable, pues no dejábamos de mirarnos, entonces el tomo una de mis manos y empezó a acariciarla con sus dedos, su toque me envío una corriente eléctrica a través de todo mi cuerpo, cuando deje de mirar como el acariciaba mi mano y lo mire a los ojos, pude notar que sus ojos estaban puestos sobre mis labios, y mis ojos también se pusieron sobre los de el, cuando me di cuenta me estaba mordiendo el labio inferior continuamente, no podía evitarlo estaba muy nerviosa, es que acaso el me iba a besar, acaso ya había llegado el momento que tanto había esperado, acaso mi primer beso iba a ser con Nicolás, todo mi cuerpo recibía como una corriente eléctrica a través de sus caricias sobre mi mano, nuestras miradas encontrándose cuando no estaban sobre los labios del otro, este momento era perfecto, solo Nicolás y yo, envueltos en un ambiente romántico y en las sensaciones de nuestras manos en contacto, anhelaba este beso mas que a nada en el mundo, anhelaba sentir el contacto de sus labios sobre los míos, su aliento en mi boca,  su respiración en mi rostro, entonces Nicolás empezó a acercarse con su otra mano acaricio mi mejilla tiernamente, y después paso dos de sus dedos sobre mis labios acariciándolos, mis labios estaban temblando, no me avergüenza decirlo, todo mi cuerpo temblaba ante el contacto de sus dedos sobre mi labios, una explosión de emociones invadía mi cuerpo, fue entonces cuando lo vi acercarse mas, cada vez era menos la distancia entre nuestro labios, estaba tan cerca que ya podía sentir su respiración sobre mi rostro, mi corazón latía a mil por hora, el tenerlo tan cerca me hacia tan feliz, el muy despacio empezó a acortar la distancia que aun estaba entre nuestros labios, hasta que pude sentir el primer rose de sus labios sobre los míos, el cual me hizo emitir un pequeño jadeo, y fue entonces cuando sus labios rozaron de nuevo los míos, esta vez por mas tiempo, y entonces el contacto de nuestros labios se fue prolongando con pequeños y tiernos movimientos, primero el contacto de nuestro labios fue lento, y tierno, pero después empezaba a durar mas, los movimientos eran perfectos, era mi primer beso, no sabia que se hacia en un beso, pero parecía no importar, mis labios respondían a los de Nicolás, se acoplaban a los de el sin necesidad de instrucciones, sentía su aliento caliente colarse dentro de mi boca, entonces con su lengua lamio lentamente sobre mis labios, mientras sus labios seguían besándome, me estaba volviendo loca, nunca había sentido nada parecido, no quería que este beso acabara nunca, coloco sus manos sobre la parte trasera de mi cuello y me acerco mas a el, entonces mis manos hicieron lo mismo como instintivamente atrayéndolo mas a mi, el beso fue creciendo en intensidad, todo mi cuerpo era recorrido por varias sensaciones, el beso era perfecto, mi primer beso, con Nicolás, no quería que este momento terminara nunca, su lengua nuevamente lamia mis labios, y mis labios se abrieron en un pequeño jadeo, entonces pude sentir su aliento caliente entrar libremente en mi boca, su lengua empezó a lamer mis labios por dentro de mi boca y entonces mi lengua busco la suya, yo solo seguía mi instinto, dejaba a mi cuerpo llevar por todo lo que estaba sintiendo, era consiente de cada sensación de mi cuerpo, de mis sentimientos, de mi deseo, y también de los de el, no sabia si era amor lo que hacia que no absorbiera sus sentimientos si no que solo los sintiera o era que había aprendido a controlarlo, pero no era momento para pensar en eso, todo lo que sabia es que sentía mucho placer y muchas sensaciones que me encantaban, mi lengua buscaba la suya, se rozaban solo un poco, y después se apartaban, no podía evitar jadear de vez en cuando, y el también lo hacia, en una de esas ocasiones cuando yo lamí lentamente sus labios y el había jadeado yo introduje un poco mi lengua en su boca experimentando, aprendiendo, el beso se había prolongado ya por largo tiempo, ninguno de los dos parecía desear que se acabara, pero necesitabas parar, solo para descansar, fue como si los dos pensáramos lo mismo, pues pareció que lo hicimos al mismo tiempo, cuando el beso se termino, todas las emociones que sentía no se fueron, seguían recorriendo todo mi cuerpo, pidiendo a gritos el contacto de los labios de Nicolás, el seguía cerca, sentía su respiración en mi rostro y me miraba con amor, con ternura pero también con pasión, nuestras respiraciones estaban aceleradas, mi corazón por lo menos estaba como loco, no podía haber momento mas perfecto que este.
Después del maravilloso y prolongado beso el me abrazo y yo recosté mi cabeza en su pecho pero no podía escuchar su corazón, podía escuchar mas el mío que el de el, quizás era que bueno era mi primer beso mi corazón tenia razones para estar como loco, el acaricio mi cabello, y mis mejillas y entonces dijo – me encanta como te vez ahora mismo, con tus mejillas rosadas y tus labios  un poco hinchados- lo mire  a los ojos buscando ver mi reflejo en ellos, y si era como el decía, mis labios estaban un poco hinchados, pero no dolían, y mis mejillas estaban muy rosadas pero no como cuando te sonrojas esto era diferente, debo de aceptar que a mi también me gustaba como me veía.
 Mientras estaba en sus brazos y el acariciaba mi cabello y de vez en cuanto mis mejillas, empezó a contarme algunas cosas de su vida, y yo de la mía, reímos un poco, y a veces el me daba un tierno y rápido beso en los labios mientras seguía hablando, pasamos horas así para cuando vi el reloj que estaba sobre el buro, eran las 4 de la mañana, como lo he dicho antes con Nicolás el tiempo se me pasa volando nunca parece suficiente.
Esa noche o mejor dicho esa madrugada el me acompaño a mi cuarto tomados de la mano y nos despedimos con un beso delicioso, no tan prolongado como el primero, pero aun así era perfecto.

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